El plástico polietileno es de los polímeros termoplásticos más simples que existen, por lo que resulta muy sencillo trabajar con él, bajo diversas técnicas permite elaborar una gran cantidad de productos, es por ello que se utiliza para diversas aplicaciones en el mercado.   

Se trata de uno de los plásticos más resistentes y de bajo costo que existen, esto tiene como consecuencia que sea uno de los preferidos por diversas industrias, de manera anual, se producen casi 100 millones de toneladas en el mundo. Su versatilidad, nada tiene que ver con la simplicidad del polímero, el plástico polietileno, tiene una fórmula que puede definirse como CH2=CH” y es derivado de la polimerización del etileno.  

Propiedades del plástico polietileno

Sus características varían dependiendo de la presión y la temperatura a las que sea sometido. Es un plástico blanco o translúcido, resistente y flexible a temperatura ambiente. Al ser un aislante perfecto de electricidad es utilizado para el forrado de cables o piezas mecánicas.  

Tipos de plástico polietileno

Existen dos tipos de plástico polietileno dependiendo su estructura química el Polietileno de Baja Densidad (PEBD) con el que generalmente se fabrican bolsas de plástico, domos para el envasado de alimentos, cables, recubrimientos, películas etc. Y el Polietileno de Alta Densidad (PEAD) tiene su uso principal en envases para productos corrosivos, tuberías, láminas, piezas mecánicas, artículos del hogar, etc. 

¿El plástico polietileno se puede reciclar?

Si, al tratarse de un termoplástico con una cadena química sencilla, es muy fácil de reciclar, ya sea que se trate de PEBD o PEAD, estos materiales responden al calor de excelente manera, por lo que pueden ser empleados nuevamente para la fabricación de nuevos productos. Lo que es muy importante, es la correcta separación de residuos para facilitar el reciclaje. Los productos fabricados con este tipo de resina tienen marcado en su cuerpo el número 2.